Un sueño muy raro
Un día como el único e inigualable Spider-man Ahí estaba yo, columpiandome sobre la ciudad con una telaraña saliendo de mis muñecas de manera rítmica mientras podía sentir al viento silbando en mis oídos y helaba mi cara con una fresca brisa de primavera, no sentir el suelo bajo los pies para muchos podría ser una situación aterradora y desesperante, perder tu soporte vital para saber que estás a salvo. Sin embargo, para mi es todo lo contrario, es la sensación más liberadora, extraña y adrenalínica posible que cualquiera podría experimentar, pero, ¿Cómo había llegado a lograr experimentar tal fenómeno imposible? Resulta que no imposible, sino improbable ya que la posibilidad (aunque baja) siempre estuvo, solo faltaba que llegue el momento adecuado, y ese momento fue hace una semana: Era Viernes, estaba en la casa de mi abuela ya con el finde aproximándose luego de una larga y atareada semana de estudios y presentaciones en la facultad, por lo que ese finde era muy es...